EL MUNDO
Contar con formación especializada, continua y ‘ad hoc’, así como potenciar determinadas ‘soft skills’, son requisitos esenciales para lograr un primer empleo y para seguir mejorando profesionalmente.
A modo de ejemplo, triunfan las especialidades en Psicología Sanitaria, Emergencias y Catástrofes, Legal-Tech, Mercados financieros o en periodismo deportivo o de moda, asegura la directora de Posgrado y de Life Long Learning del Grupo Educativo CEU, Mar Morales.
En cuanto al nivel de formación, cabe destacar que nueve de cada 10 personas con un posgrado tienen empleo, según la XXVI edición del Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España. Este contundente dato es la razón por la que másteres y formación especializada, upskilling y reskilling se consideran actualmente los principales motores de acceso y promoción a un puesto de trabajo.
En profesiones como la abogacía, en las que tras el grado es necesario un máster de habilitación, el total de los profesionales en ejercicio cuenta con formación de posgrado. Pero generalmente no se limitan a la obligatoria. Tal y como cuenta Lourdes Ramos, directora de Recursos Humanos del despacho de abogados Garrigues, «un alto porcentaje de nuestros empleados en España, al mismo tiempo cursa un máster de especialización en alguna área del Derecho».
En empresas punteras como Airbus, bien fuera con un máster habilitante o un título propio, «el año pasado ya el 50% de las contrataciones fue de personas con un posgrado», dice su director de Recursos Humanos en España, Antonio Lasaga. «Por lo general, un posgrado siempre es valorado independientemente del área de la empresa», afirma.
Lo mismo ocurre en otras compañías del Ibex 35, como Mapfre, donde, según subraya Elvira Arango, directora corporativa de Liderazgo y Cultura, «en los puestos de gestión y especialización el 60% del personal cuenta con formación de posgrado. Incluso la fomentamos y ofrecemos nosotros en puestos clave», añade.
No cabe duda de que el aprendizaje continuo es «clave para asegurar la empleabilidad futura», por lo que se ha de «incentivar al empleado a coger las riendas de su desarrollo», expone José María Monge, responsable global de Soluciones de Talento de BBVA. Para ello, Arango explica que Mapfre facilita «acceso a planes de upskilling y reskilling(mejora y mantenimiento de la empleabilidad), internos y externos», mediante acuerdos con escuelas de posgrados. Esto es clave, pues, según Garrigues, en los próximos años la importancia del reskilling para la empleabilidad irá in crescendo con «la aplicación de nuevas tecnologías, sobre todo en relación con la IA Generativa».
Tampoco se cuestiona que la formación, cuanto más ad hoc, mejor. Y aunque, como constata Monge es muy valorada en campos como la ciberseguridad, los datos, la sostenibilidad o la inteligencia artificial, no importa únicamente en las áreas que lideran estas materias sino en todos los departamentos y funciones. «No debemos pensar que un conocimiento especializado es necesario sólo para ciertos departamentos; todos en alguna medida debemos estar preparados para los grandes retos y desafíos de la era actual», deja claro.
A la hora de contratar, las soft skills están en la lista de deseos de las empresas, y no es de extrañar que fomentar y facilitar formación interna en liderazgo forme parte de la estrategia de compañías como Airbus. «Aunque la capacidad técnica de los candidatos es imprescindible para el trabajo, no es suficiente para enfrentarse con los retos de la realidad del mercado laboral actual», puntualiza la directiva de Garrigues. En esto, el posgrado juega con ventaja al aunar los conocimientos técnicos con las habilidades blandas demandadas en el actual contexto de incertidumbre.
Entre las skills que abren con fuerza la puerta al empleo, las empresas señalan a la visión global, la capacidad de gestión, la flexibilidad y adaptación al cambio, el liderazgo, el pensamiento crítico, la empatía, el trabajo en equipo o la curiosidad por seguir aprendiendo. Y si van con el plus de la experiencia internacional, miel sobre hojuelas.
Los centros académicos buscan evolucionar en sintonía con el tejido empresarial para adaptarse de manera eficaz a las necesidades laborales. Por esta razón, «hemos incorporado procesos de innovación continua y colaboramos con las empresas para diseñar nuevas titulaciones de posgrado e itinerarios complementarios a los programas existentes», reconoce Mar Morales, directora de Posgrado y de ‘Life Long Learning’ del Grupo Educativo CEU. Con este enfoque surgió la iniciativa CEU Emplea, para mejorar el acceso al empleo de los alumnos. Cuenta con un Consejo Asesor de Empleabilidad, del que forman parte directivos del Ibex 35 que generan tendencia y empleo. También incluye una Comisión de Empresabilidad, cuyo objetivo es elaborar un programa trasversal a todos los títulos de grado y posgrado. La meta: mejorar la empleabilidad y el onboarding en las organizaciones.
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